miércoles, 3 de noviembre de 2010

Trabajo en equipo

Texto extraído del libro
“Conversaciones para motivar las conversaciones”
De Carmen Ilabaca Hormazábal

“Cuentan que en el taller de carpintería de don Osvaldo hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas con la finalidad de arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La Causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y además, se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo aceptó su culpa pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En eso entró Don Osvaldo, se puso su cotona azul e inicio su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble.

Cuando el taller quedó nuevamente sólo, la asamblea reanudo la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo: “Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero Don Osvaldo trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos”.

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.

Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos”

Como te habrás dado cuenta,no es fácil trabajar en equipo si lo hacemos a partir de encontrar en el otro sus defectos y debilidades. Siempre será más provechoso hacerlo desde el reconocer el aporte que cada uno puede hacer desde sus fortalezas. Por ello, instalados en este momento en que debemos decidir nuestro proyecto, es recomendable que lo hagamos pensando en que este grupo sea capaz de albergar el aporte de todos y cada uno de sus integrantes, ya que el éxito dependerá, en gran medida, de la suma de vuestras potencialidades.

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